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- MO de movimiento
Este restaurante engloba un proyecto que nos entusiasma: aúna valores como la inclusión social , el respeto por el medioambiente , y un local diáfano y luminoso, con techos altos que le dan una gran amplitud. Y, por si eso no fuera suficiente, tiene una carta variada, con platos para compartir y una cocina muy cuidada. ¡Qué más se puede pedir! Como no podía ser menos, abogan por un producto de cercanía , apoyándose en los productores cercanos y priorizando los ingredientes ecológicos . Otro detalle que nos encanta es que en cada plato se indica la procedencia de los alimentos, con mención a cada uno de los productores. Nuestros favoritos: Nos han gustado mucho las focaccias , la burrata artesanal, los raviolis caseros, los puerros al carbón con salsa romescu, la parmigiana ... y por supuesto... ¡las pizzas ! Y si te apetece terminar con un dulce, sus tartas de queso y chocolate están buenísimas. El pan , elaborado en su obrador, tampoco hay que perdérselo. Y puedes comprar para llevarte a casa; nosotros cuando vamos siempre salimos con una pistola y una hogaza. Como veis, un local muy recomendable. El precio medio de este restaurante ronda los 25-35€. Puedes reservar a través de su web: ( https://modemovimiento.myrestoo.net/es/reservar ). Metros cercanos: Gregorio Marañón, Río Rosas, Alonso Cano.
- Chipirones rellenos en su tinta: Zampando con Paulino
Ingredientes: 10 a 12 chipirones. 60-70 gramos de tocino ibérico blanco. 3 dientes de ajo. 350 gramos de cebolla. 1 trozo de hueso de jamón (opcional). 225 gramos de tomate frito. 200 mL de vino blanco. 1 hoja de laurel. Sal. Paso 1: Rehogamos la cebolla Ponemos un cazo o una cazuela pequeña a fuego bajo y añadimos el tocino para que se derrita. Una vez que se ha derretido, añadimos el ajo picado y la cebolla cortada en brunoise y lo mantenemos a fuego bajo para que la cebolla se rehogue despacito. Se añade también el laurel y un poco de sal. En la cazuela donde rehogamos la cebolla podemos añadir también, si queremos dar más sabor, un trozo de hueso de jamón. Paso 2: Limpiamos los chipirones En primer lugar tenemos que limpiar muy bien los chipirones por dentro, salvo que os los hayan preparado así en la pescadería. Para ello, tenemos que tirar de las patas para sacar todo el interior y quedarnos solo con la tinta y las patas. Para ello, limpiamos bien el interior del cuerpo del chipirón, eliminando cualquier rastro de tierra y todo el contenido del interior. Paso 3: Preparamos el relleno Una vez que tenemos limpios los chipirones, picamos las patas y las añadimos a la cebolla cuando esté bien pochadita. Lo dejamos cocinar un poco e incorporamos el tomate frito. Una vez añadido el tomate, introducimos la cazuela en otra más grande, con agua fría o con agua con hielo, para enfriar rápidamente la mezcla. Paso 4: Rellenamos y cocinamos los chipirones Vamos rellenando los chipirones con la mezcla anterior, con ayuda de una cucharilla, y los vamos cerrando con un palillo. Ponemos otra cacerola al fuego y añadimos el vino blanco. Dejamos que se evapore un poco el alcohol y después introducimos los chipirones rellenos. Dejamos que se cocinen en el vino, tapados, durante unos 15 minutos a fuego bajito. Paso 5: Añadimos la salsa a los chipirones Una vez pasados los 15 minutos, sacamos los chipirones de la cazuela y dejamos que se enfríen. Les quitamos el palillo. Por otro lado, trituramos la tinta de los chipirones con el vino que ha quedado en la cazuela. Colocamos esta salsa triturada en una cazuela y la ponemos al fuego. Se añaden los chipirones y se cocinan entre 5 y 8 minutos. ¡Y listos para servir y zampar! Consejo de Paulino: conviene usar la tinta de los propios chipirones. Y no es recomendable usar chipirones congelados porque la tinta no da buen color. Se pueden acompañar con arroz blanco o quinoa.
- Tipos de corte en cocina. Los básicos de Zampando
Existen muchos tipos de cortes que se utilizan en cocina, pero en este artículo nos centraremos en los más utilizados, que probablemente ya habréis visto en alguna receta: brunoise, juliana, concassé , mirepoix, chiffonade y cachelos . Para realizar un buen corte, lo más importante es contar con un cuchillo de cierta calidad y , sobre todo, que esté bien afilado . Un cuchillo sin filo no solo dificulta el proceso, sino que además puede resultar peligroso. Dicho esto, ¡comencemos! Corte en brunoise Este corte consiste en cortar las verduras, como cebollas, pimientos o zanahorias, en daditos muy, muy pequeños (de unos 2 mm de lado). Se utiliza mucho para preparar salsas, sopas o vinagretas, como la vinagreta que prepara Paulino en su receta de foie . Para lograrlo, primero se corta la verdura en tiras lo más finitas posibles y luego, esas tiras se cortan transversalmente en daditos muy pequeños. Corte en juliana Este corte es probablemente el más conocido. Se trata de cortar el alimento, generalmente verduras, en tiras finas. Este tipo de corte se utiliza, por ejemplo, cuando se cortan cebollas y pimientos para hacer fajitas de pollo o cuando cortamos las verduras para preparar unos rollitos vietnamitas . Corte en concassé Consiste en cortar el alimento en cubitos, pero más grandes que los del corte en brunoise (de unos 0,5 cm de lado). Se suele referir al corte que se normalmente se hace a los tomates, por ejemplo para preparar la bruscheta al pomodoro o para añadirlo sobre una masa de pizza. El corte en concassé también se utiliza para elaborar salsas, sofritos o ensaladas, como en el caso del pisto donde se cortan verduras como berenjenas, pimientos o tomates. Corte en mirepoix Las verduras se cortan en cubitos irregulares, de tamaño mayor que los del corte en concassé . Deben ser dados de 1 a 1,5 centímetros de lado aproximadamente. También se denomina mirepoix a la mezcla de cebolla, zanahoria y apio, en la que se emplea este tipo de corte, que se utiliza para dar aroma y sabor a caldos, sopas o salsas. A veces se añaden otros ingredientes como el puerro. Corte en chifonada o chiffonade Este corte se utiliza para verduras de hoja, como espinacas, lechugas o acelgas. Consiste en apilar las hojas unas sobre otras, enrollarlas y finalmente cortarlas en tiras muy finitas y alargadas. Es un corte muy utilizado para cortar hojas de albahaca o menta para añadirlas a una ensalada. Un ejemplo de este corte es el que se realiza en la col china para preparar una riquísima ensalada de col o coleslaw . Corte en cachelos Es el corte que se le hace a la patata cuando se corta en trozos irregulares pero iniciando el corte con un cuchillo pequeño (tipo puntilla) y luego girando para que la patata se rompa sola ("chascar o cascar" la patata). Se trata de que salga un corte irregular, así la patata liberará más almidón, que dará más cuerpo a las salsas o caldos. Así cortamos las patatas que añadimos al cocido montañés o al marmitako .
- Falso risotto de setas
El falso risotto es un plato delicioso y fácil de preparar muy parecido al risotto tradicional , que se elabora prácticamente igual, pero utilizando, como ingrediente principal, una pasta seca con forma de arroz o piñones (tipo orzo o puntalette) en vez de arroz. Se puede preparar con multitud de ingredientes: espárragos trigueros, berenjena, quesos, carabineros, carne... ¡y setas! Hoy te enseñamos a preparar un falso risotto de setas que te conquistará por su cremosidad y potente sabor. Ingredientes: 300 g de pasta tipo orzo o puntalette. 1 L de caldo de verduras. 150 mL de vino blanco. 1 cebolla. 150 g de mantequilla. 50 g de parmesano. 400 g de setas shiitake (o boletus). Sal. Paso 1: Rehogamos las setas Calentamos aceite en una cazuela y añadimos la cebolla muy picadita y la rehogamos, a fuego bajo, hasta que esté blanda (unos 20 minutos). Incorporamos entonces las setas laminadas y cocinamos hasta que se ablanden y suelten su aroma. Paso 2: Incorporamos la pasta y el caldo Cuando las setas están listas, añadimos el vino blanco y removemos 2 minutos. A continuación, agregamos la pasta y vamos añadiendo el caldo de verduras poco a poco, de vaso en vaso, removiendo hasta que el caldo se absorba. Repetimos el proceso hasta que la pasta esté casi cocida. Para comprobar si la pasta está al dente lo mejor es ir probándola; si la pasta sigue dura, podemos añadir algo más de caldo (o de agua si ya hemos agotado todo el caldo). Paso 3: Añadimos la mantequilla y el queso Cuando la pasta esté al dente, apagamos el fuego y añadimos la mantequilla, el parmesano y una pizca de sal (tened en cuenta que el parmesano ya aporta también sal al plato). Removemos todo para que se mezcle bien con el calor y ¡listos para zampar!
- Yeca Estrit Fud
Pues con este nombre españolizado, poca duda puede quedar sobre lo que ofrecen en Yeca, no? Comida callejera del Sudeste Asiático . Este restaurante que llevaba unos años triunfando en Lavapiés se ha trasladado hace ya unos meses al paseo de la Chopera, en Arganzuela , cerca de la plaza de Legazpi. Tienen una carta cortita que ronda los 10 platos y ofrecen platos sinceros, sin florituras, ni trampa ni cartón . Personalmente, todavía no hemos encontrado un solo plato en su carta que no merezca la pena probar, pero algunos de nuestros favoritos han sido los dumplings de kimchee , el curry verde (para los amantes del picante), el nasi goreng con oreja y gambones , y el banh xeo . El ticket medio ronda los 25-35€. Una verdadera ganga para la calidad de su cocina. Puedes consultar su carta y reservar a través de su cuenta de Instagram: ( https://www.instagram.com/yeca_estrit_fud/?hl=es ). Metro cercano: Legazpi
- Cocido montañés
El cocido montañés es un plato contundente para esos días de frío que buscas entrar rápidamente en calor. Es un cocido típico de Cantabria que se prepara con alubias blancas y no con garbanzos. Además, lleva berza, morcilla, chorizo, costilla adobada y panceta. Vamos, ligerito el plato no es... Y tampoco es una receta rápida para preparar en pocos minutos. Es un guiso lento, que tarda varias horas en estar listo, pero hay mucho tiempo de espera en el que no tienes más que dejar la cazuela al fuego para que se vaya haciendo tranquilamente y dedicarte a tus cosas. ¡Eso sí, el resultado es un plato realmente delicioso! Ingredientes: 450-500 gramos de alubias blancas. 1 cebolla y media más para el sofrito. 1 pimiento verde. 1 pimiento rojo. 2 zanahorias. 300 gramos de berza. 300 gramos de panceta adobada. 250 -300 gramos de costilla adobada. 2 chorizos de guisar. 1 morcilla de guisar. 5 patatas pequeñas o 3 grandes. 3 dientes de ajo. 1 o 2 cucharaditas rasas de pimentón de la Vera dulce. Sal. Aceite de oliva virgen extra. Paso 1: Cocemos las alubias Dejamos las alubias en remojo la noche anterior. Echamos las alubias en una cazuela con agua que las cubra unos dos dedos por encima. Después, añadimos la cebolla entera, y los pimientos y las zanahorias cortados en dos mitades. Ponemos la cazuela al fuego y vamos quitando, de vez en cuando, con un cazo, la espuma que se va formando. Cuando el agua empieza a hervir añadimos un poco de agua fría para detener la cocción. Paso 2: Cocemos la berza Lavamos bien la berza y la cortamos en trozos no muy grandes; hacemos tiras y luego las cortamos en tres o cuatro partes. Ponemos la berza en otra cazuela con agua y la dejamos cocer durante unas 2 horas, hasta que esté bien blandita. Pasado ese tiempo, la colamos y reservamos. Paso 3: Añadimos la carne y las patatas Cuando las alubias llevan una hora cociendo después de añadir el agua fría, retiramos las verduras (cebolla, pimientos y zanahorias) y las trituramos en una batidora. En ese momento, añadimos las carnes (excepto la morcilla) y la verdura triturada. De vez en cuando, vamos desespumando. Pasados 10 minutos, incorporamos las patatas chascadas en trozos medianos y añadimos dos pizcas de sal. Id probando para rectificar de sal si hace falta porque la carne ya va a proporcionar sal al plato. Paso 4: Añadimos la berza y la morcilla Pasadas 3 horas desde que pusimos las alubias a cocer, añadimos la berza que teníamos reservada y la morcilla. Y dejamos cocinar todo junto unos 20 minutos más. Paso 5: Añadimos el sofrito En una sartén pequeña ponemos un poquito de aceite a calentar. Añadimos media cebolla picada y 3 dientes de ajo en láminas. Cuando la cebolla está bien blandita, la retiramos del fuego y añadimos dos cucharaditas de pimentón; aunque si la costilla tiene mucho pimentón conviene reducir la cantidad. Removemos bien y añadimos el sofrito a las alubias. Dejamos 10 minutos que se cocine todo junto y retiramos del fuego. Consejos: el resultado de este plato depende mucho de la calidad de los ingredientes que utilicemos: unas buenas alubias, una berza fresca y una carne adobada de calidad marcarán la diferencia. Este plato está más rico si lo tomamos al día siguiente de prepararlo, ya que se concentran y unifican mejor todos los sabores.
- Cocido
El cocido es el plato madrileño por excelencia, aunque seguramente existan tantas versiones como cocineros que lo preparan. Aquí os compartimos una versión básica a la que podréis añadir otros ingredientes según vuestros gustos, que también os proponemos. ¡Pero si seguís la receta tal cual, os quedará un cocido delicioso! No os asustéis por la lista de ingredientes; aunque parezca extensa, el cocido es un guiso muy sencillo de preparar. Solo hay que colocar todos los ingredientes en una olla y esperar el tiempo necesario. Es un plato muy completo , que combina caldo, legumbres, verduras y carne, y además permite aprovechar las sobras para hacer croquetas o ropa vieja, por ejemplo. Ingredientes: 500 gramos de garbanzos. 1/2 repollo grande o uno pequeño (también puede usarse berza). 2 zanahorias. 1 puerro. 1 o 2 patatas. 1 diente de ajo. 400 gramos de carne de ternera (recomendamos usar morcillo, porque queda muy jugoso). Hay zampones que también añaden otras carnes, como cordero, lacón, etc. 1 trozo de pollo (nosotros añadimos un muslo y contramuslo entero, sin trocear, pero también vale la pechuga si os gusta más). 2 puntas grandes de jamón con carne. Huesos (opcionales): hueso de rodilla o de caña de vacuno y hueso de espinazo (aportan mucho sabor al caldo, pero pueden omitirse). 1 trozo grande de chorizo. Tocino (opcional, según gustos). A mi abuelo le encantaba, así que mi abuela siempre añadía un buen trozo de tocino que cocía aparte, pero en casa ya no lo añadimos. Sal. Paso 1: Ablandamos los garbanzos La noche anterior, colocamos los garbanzos en un recipiente con agua templada y un poco de sal. Los dejamos en remojo toda la noche para que se ablanden. Paso 2: Cocemos los garbanzos En una olla grande, añadimos los garbanzos escurridos. Luego, agregamos el morcillo, el pollo, las puntas de jamón, los huesos (si los usáis), el puerro, las zanahorias, las patatas y un diente de ajo pelado. Cubrimos con agua hasta que sobrepase bien todos los ingredientes y añadimos un poco de sal (recordad que el jamón aporta también sal; si luego queda soso, podremos rectificar). Si usamos una olla a presión, cerramos la olla y la ponemos al fuego durante 20-30 minutos desde que comience a girar la válvula. Si cocinamos en olla normal, dejadlo el doble de tiempo e id probando los garbanzos para aseguraros de que están tiernos. Paso 3: Cocemos el repollo y el chorizo En una olla aparte, colocamos el repollo o la berza lavados y lo cubrimos con agua. La ponemos al fuego durante 20-30 minutos, si es una olla a presión. En otra cazuela, cocemos aparte el chorizo con agua, dejándolo unos 30 minutos en una cazuela normal. Paso 4: Preparamos la sopa Una vez cocidos los garbanzos y las carnes, colamos el caldo a otra cazuela. Lo ponemos a hervir y, cuando esté en ebullición, añadimos la pasta para sopa que hayamos elegido, siguiendo los minutos de cocción indicados en el paquete. Paso 5: Servimos el cocido Ahora solo queda repartir los ingredientes en bandejas para que cada comensal pueda servirse a su gusto. Yo coloco en una bandeja los garbanzos y las verduras (repollo, puerro, zanahorias y patatas). Y en otra bandeja pongo la carne (morcillo, jamón, pollo y chorizo). Si te gusta, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra en tu plato de cocido. Consejo: aunque yo suelo servir el repollo tal cual, también podéis rehogarlo si os gusta más (yo lo hago cuando me sobra de un día para otro). Para ello, en una sartén pequeña, doramos dos dientes de ajo fileteados a fuego bajo. Cuando están doraditos, apagamos el fuego y añadimos una cucharadita de pimentón y otra de harina. Mezclamos bien, lo añadimos sobre el repollo escurrido y removemos.
- Lentejas con chorizo
Hoy os traemos una receta simple pero deliciosa. Y es que, ¿a quién no le apetece un buen plato de lentejitas en pleno invierno? Pues hoy aprenderéis a prepararlas de forma sencilla y rápida. Ingredientes: 1/2 Kg de lentejas pardinas . 1 cebolla. 1 zanahoria. 1 patata. 1 tomate pera. 1 punta de jamón/ hueso de jamón. 1 trozo de chorizo de unos 150g. 2 dientes de ajo. 1 cucharada de pimentón dulce. 2 hojas de laurel. sal al gusto . aceite de oliva. Paso 1: Cortamos las verduras Picamos en cuadraditos pequeños (brunoise) la cebolla y la zanahoria por separado. Calentamos aceite en una olla y añadimos las verduras picadas para que doren un poco. Mientras tanto picamos el tomate también en cuadraditos pequeños (brunoise). Los añadimos a la olla y es el momento de echarle sal. Dado que el jamón subirá el punto de sal de nuestro guiso, es mejor que seamos precavidos y en todo caso rectifiquemos más adelante. Paso 2: Cocemos las lentejas con el jamón Una vez tenemos todas las verduras ya blanditas, añadimos las lentejas, la patata, el jamón, el laurel y agua hasta cubrir tres dedos por encima de las lentejas. Tapamos hasta que rompan a hervir y bajamos el fuego (lo dejamos a potencia 6/10). Mientras tanto aprovechamos a pelar y laminar los dos dientes de ajo que usaremos posteriormente para el sofrito que rematará el sabor de nuestro plato. Por otro lado, ponemos el chorizo a cocer en un cazo con agua para que vaya soltando parte de su grasa. Dejamos las lentejas cocer durante una hora, pero es importante revisarlas cada 15 minutos e ir añadiendo agua si fuera necesario, ya que según cada fuego, olla, etc, pueden necesitar más cantidad. Recordad quitar la tapa una vez estén hirviendo las lentejas y, llegados a este punto, si el chorizo ya ha perdido parte de su grasa en el agua, podríamos añadirlo a nuestra olla. Paso 3: Añadimos el sofrito de ajo y pimientón Una vez estén terminadas (debería de haber pasado 1 hora, pero aseguraos de probarlas y ver que estén bien blanditas y que no se hayan quedado del todo sin agua). Apartamos las lentejas del fuego y en una sartén con 4 cucharadas de aceite añadimos los ajos y calentamos hasta que estén dorados. En este punto, y ya fuera de fuego, añadimos una buena cucharada de pimentón dulce al aceite con ajos al aceite con ajos caliente y, tras haberse mezclado bien, vertemos este sofrito en nuestra olla y removemos bien para que se mezcle con el guiso. ¡Y listo! ¡A disfrutar de unas buenas lentejas, zampones!
- Verdinas con almejas
Las verdinas son unas alubias pequeñas de piel muy fina y color verde claro, de ahí su nombre. Son muy cremosas y suaves, y se suelen preparar con pescado y marisco . La combinación con las almejas es realmente sublime. ¡Vamos con la receta de este sabroso plato de cuchara , digno de una gran celebración! Ingredientes: 300 gramos de verdinas. 1 cebolla grande o dos pequeñas. 1 ajo. 3 tomates maduros. 1 cucharada de tomate concentrado. 3 hebras de azafrán. 1/2 vaso de agua. 300 gramos de almejas. 10 langostinos. 1/2 litro de fumet. Aceite de oliva virgen extra. Sal. Paso 1: Sofreímos el tomate y la cebolla Ponemos las verdinas en remojo la noche anterior. Cortamos la cebolla y el tomate en trocitos pequeños y los echamos en una cazuela con un poquito de aceite. Añadimos el ajo picado y sofreímos unos 3 minutos. Pasado ese tiempo, añadimos el tomate concentrado y las hebras de azafrán. Paso 2: Cocemos las almejas Incorporamos el a gua al sofrito y, enseguida, las almejas. Vamos sacando las almejas, según se vayan abriendo, a un pla to, y las reservamos. Paso 3: Preparamos un fumet casero Podéis usar un fumet de supermercado de calidad, pero también podéis preparar un fumet casero con algo de verdura (puerro, zanahoria, cebolla), alguna espina de pescado, y las cabezas y cáscaras de los langostinos. ¡El resultado del plato será inmejorable! Para que el caldo coja más sabor, sofreíd primero la verdura, partida en trozos grandes, un poco y luego echad las cabezas de los langostinos. Aplastad un poco las cabezas con una cuchara de madera. Después, añadid el agua (1, 5 litros), las espinas y la sal y llevad a ebullición. Dejad hervir el caldo durante 20 minutos. Paso 4: Cocemos las verdinas Una vez que hemos sacado las almejas, añadimos las verdinas en el tomate y m ezclamos con una cuchara de madera. A continuación añadimos el fumet, tapamos la olla y dejamos cocer las verdinas 45 minutos a fuego bajo. Pasado ese tiempo, incorporamos las almejas y los langostinos (pelados y cortados en trozos) y dejamos cocer todo junto otros 10 minutos. Consejo: lavad bien las almejas con agua fría y sal para que suelten toda la tierra, antes de incorporarlas al guiso.
- Masa de pizza
La pizza es un plato universal, que ha conquistado todos los rincones del mundo, aunque en Italia le den ese "toque" tan especial, que la hace única. Yo creo que lo mejor de la pizza es que combina una buena masa horneada con prácticamente cualquier otro ingrediente . Por supuesto, el queso y el tomate son los protagonistas, pero la creatividad no tiene límites. Puedes prepararlas con carne, quesos variados, atún, calabacín, berenjena, champiñones, pera, bacon... todo vale... Nosotros hemos probado hasta pizza de mejillones... ¡Con su cáscara y todo! Es verdad que hoy en día venden masas de pizza ya preparadas que solo tienes que desenrollar y cubrir con tus ingredientes favoritos, y la verdad es que es una forma rápida y resultona de preparar una pizza en casa. Sin embargo, por si os animáis a preparar una masa casera , aquí os explicamos la receta para una base de pizza perfecta . ¡Vais a disfrutar tanto preparándola como comiéndola! Ingredientes: 500 gramos de harina de fuerza. 325 mL de agua templada. 7 gramos de levadura de panadería. 1 cucharadita rasa de azúcar. 1 cucharada rasa de sal. 2 cucharadas de aceite de oliva. Un poco de harina o sémola para amasar. Paso 1: Preparamos la mezcla En un bol grande, mezclamos la harina con la sal y hacemos un agujero en el medio, como dándole forma de volcán (ver imágenes). Por otro lado, mezclamos el agua con el azúcar, la levadura y el aceite. Ahora, vamos agregando la mezcla de los líquidos en el agujero de la harina, y, una vez que lo hemos incorporado todo, lo removemos bien con una cuchara o tenedor para mezclarlo bien. Paso 2: Amasamos Cuando la masa ya tiene algo de consistencia, la pasamos a una encimera y la amasamos con las manos. Para ello, nos untaremos las manos con un poco de aceite y añadiremos harina sobre la encimera, para que la masa no se pegue. Amasamos bien durante unos 5 minutos hasta que la masa se vea lisa, sin grumos. La pasamos entonces a un recipiente y la filmamos con papel transparente. La dejamos reposar entre 2 y 3 horas. Paso 3: Damos forma a la base de la pizza Pasado el tiempo de reposo, cortamos la masa en dos y hacemos una bola con cada mitad. De cada mitad, nos saldrá una pizza mediana-grande. Ponemos la bola sobre la encimera, añadiendo sémola o harina para que no se pegue. Vamos dándole forma redonda con un rodillo (más fácil) o con las manos desde dentro hacia afuera para que se vaya formando el borde. Una vez que tenemos la base de la pizza formada, la dejamos reposar durante 20 minutos. En las imágenes podéis consultar las dos manera de extender la masa: usando la mano o el rodillo. Paso 4: Horneamos la pizza Precalentamos el horno al máximo, a 250 º si es posible. Colocamos la base de la pizza sobre una rejilla abajo del todo del horno y la horneamos durante 3 minutos. Solo nos queda añadir los ingredientes que queramos y hornear unos 10 minutos a 250 ºC. ¡Calentita y lista para zampar! Consejo: si no vais a usar toda la masa preparada, podéis congelarla y así sacarla para hornearla en otro momento.