Lo de que el desayuno es la comida más importante del día para mí es una verdad como un templo. Y por eso quería compartir hoy una receta de tortitas, pero con un toque diferente. Se trata de unas tortitas ultra esponjosas, del estilo de las tartas de queso japonesas. Son ingredientes sencillos, se hacen rápido y pueden combinarse con un montón de cosas.
Ingredientes:
3 huevos
3 cucharadas de leche
3 cucharadas de azúcar
1 pizca de levadura
4 cucharadas de harina
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de esencia de vainilla
Paso 1:
Separamos en dos cuencos las yemas y las claras de los huevos. Batimos las claras junto con el azúcar con ayuda de unas varillas eléctricas hasta llegar a punto de nieve, es decir, hasta obtener una textura suave y sedosa con un color blanco brillante y bastante compacta.
Paso 2:
Batimos por separado las yemas junto a la leche, la vainilla, y la harina y la levadura (estas dos últimas tamizadas, es decir, pasadas por un colador). Una vez tengamos una mezcla homogénea de las yemas, le añadimos las claras en dos tandas, mezclando con cuidado de no perder el aire de las claras montadas.
Paso 3:
Una vez tengamos todo bien mezclado, ponemos a calentar una sartén grande o una plancha plana y calentamos en ella la mantequilla. A fuego medio añadimos la masa para formar nuestras tortitas tratando de hacer con ella una montañita (si se desparrama mucho podemos crearnos un recipiente a modo de molde con un trozo de papel de horno haciendo un cilindro y unido con un celo). Dejaremos que se cocinen 5 minutos, tapando la sartén, daremos la vuelta y cocinaremos 5 minutos más.
Las sacamos del fuego y acompañamos con nuestro topping preferido: chocolate, nata, sirope, frutas...