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Productos de temporada: otoño

Actualizado: 29 oct

El otoño lleva instalado con nosotros desde el 22 de septiembre, día en que comienza su andadura anual y con él, llegan numerosas transformaciones en los árboles y la vegetación, en el paisaje: cambios de color, caída de las hojas... Pero, ¿qué productos son propios de esta estación del año?


Es importante, en aras de la sostenibilidad, consumir esos productos de temporada, que la tierra nos ofrece en cada época del año, ya que son productos de proximidad y, por tanto, no requieren de ese gasto energético y de recursos que supone traerlos a nuestra mesa desde grandes distancias. ¡Una buena forma de reducir los gases de efecto invernadero y contribuir a la lucha contra el cambio climático!


Además, muchos de estos productos otoñales son muy interesantes en nuestra dieta porque poseen un alto grado en fibra y son ricos en minerales, vitaminas y antioxidantes. ¡Veamos pues cuáles son esos productos que llegan con el otoño!


Frutos de otoño

Los cítricos empiezan a aparecer en octubre en los mercados y fruterías: mandarinas, pomelos, limones, naranjas... y ya en noviembre estarán en su pleno apogeo. Todas esas frutas son muy ricas en vitamina C, antioxidante con importantes funciones en el organismo. Es importante tomar estos alimentos de forma regular porque nuestro cuerpo no es capaz de producir ni almacenar la vitamina C.


Los caquis, persimones y kiwis también llegan a nuestras mesas en octubre. ¡Y las granadas, con su brillante color rojizo, listas para consumir solas, con limón o miel, o en ensaladas! También para acompañar yogures y postres.


Y otros frutos, como higos, moras, chirimoyas y membrillos. Los membrillos no se pueden consumir tal cual, pero se utilizan para preparar el dulce de membrillo. Es fácil hacerlo casero, con la carne de membrillo y azúcar, y luego se puede conservar en la nevera durante muchísimo tiempo.


¡Y, por supuesto, el fruto estrella del otoño: la calabaza! La calabaza empieza a aparecer a mediados de verano, pero en octubre alcanza su momento óptimo. No en vano su presencia está ligada a la fiesta de Halloween. Con calabaza podemos preparar cremas y purés, legumbres, currys y numerosos postres.


¡Y no podemos olvidarnos de las castañas! con ese olor inconfundible que desprenden al asarse y, que en esta temporada, inunda las calles. Aportan una gran cantidad de minerales y, además de asadas, se pueden utilizar en otras recetas: en postres, en purés como guarnición para carnes o se pueden incorporar en guisos para añadirles un toque dulce, por ejemplo.


Verduras y tubérculos de otoño

En otoño empiezan a reaparecer todas las verduras de la familia de las coles: coliflor, brócoli, repollo, romanesco, lombarda, coles de Bruselas, kale... En fin, una gran variedad de verduras para preparar solas o acompañando legumbres y potajes tan típicos de esta época del año. Todos estos tipos de coles son ricos en fibra, bajos en calorías y ricos en vitaminas K, C y vitaminas del grupo B.


Durante el otoño también podemos encontrar alcachofas, espinacas, acelgas, berenjenas y pimientos.


Y se inicia también la temporada del boniato, ese tubérculo anaranjado de sabor dulzón, delicioso al horno para acompañar guisos o para preparar una simple tosta con rúcula, boniato, queso parmesano y ya si te vienes muy arriba, con un huevo poché o frito encima. ¡Riquísimo!


Las setas

Las setas, una especie de "frutos" que producen algunos hongos, son muy apreciadas en la cocina por su aroma y sabor. Aunque podemos disponer de setas cultivadas durante todo el año, las setas silvestres se recolectan durante estos meses. Eso sí, para recogerlas en el campo hay que ser un verdadero experto, ya que hay setas muy venenosas que se asemejan mucho a las especies comestibles. Así que si no es vuestro caso (tampoco el nuestro), no os arriesguéis y compradlas en una tienda especializada.


Increíble la gran variedad de formas en que pueden cocinarse, siempre aportando un sabor y aroma excepcional a cada plato: a la plancha o crudas con vinagreta (no todas las setas se pueden tomar crudas) en arroces y risottos, en platos de pasta, en guisos, salteadas...


Las setas no poseen muchas calorías y, en cambio, son ricas, en proteínas, vitaminas y micronutrientes.





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