Las etiquetas de los alimentos
- zampandopormadrid
- hace 6 días
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Las etiquetas de los alimentos proporcionan una información nutricional muy valiosa que podemos consultar antes de adquirir un producto, ayudándonos a tomar decisiones informadas. Básicamente, nos permiten conocer exactamente qué nutrientes estamos consumiendo y en qué cantidad.
En ocasiones, basta con leer las etiquetas para identificar la publicidad engañosa destacada en los envases.
Normas de etiquetado de los alimentos
La Unión Europea (UE) exige que los productos alimenticios vendidos contengan, al menos, la siguiente información:
Lista completa de ingredientes, incluidos los aditivos, ordenados, de forma decreciente, según su cantidad en el producto. Es decir, los ingredientes que aparecen primero en la lista son los que están presentes en mayor cantidad.
Cantidad de algunos ingredientes que lo requieran.
Fecha de consumo preferente o de caducidad.
Información sobre los alérgenos.
Condiciones de conservación y/o utilización, que indican cómo mantener el producto en las mejores condiciones.
País de origen.
Información nutricional.

Información nutricional de los alimentos
En la UE, los productos alimenticios deben incluir información sobre su contenido energético y su contenido nutricional, como la cantidad de grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal.
Por supuesto, hay productos que no requieren etiquetado nutricional, como los alimentos sin procesar o aquellos que contienen un solo ingrediente o una sola categoría de ingredientes: por ejemplo, las frutas y hortalizas, la mantequilla o los lácteos sin ingredientes adicionales.

¿Para qué nos puede servir esa información?
Las etiquetas de los alimentos son una herramienta muy útil para el consumidor, ya que nos ayudan a:
Mantener una alimentación más saludable, eligiendo productos con menos azúcar, sal o grasa, por ejemplo, y evitando los alimentos hipercalóricos o ultraprocesados.
Realizar compras responsables, seleccionando productos locales, con impacto social positivo o más respetuosos con el bienestar animal.
Evitar ingredientes que puedan causar alergias o intolerancias, como el gluten, al identificar su presencia en la lista de ingredientes.
Tomar decisiones informadas, como elegir productos de cierta procedencia o más naturales.

¿En qué debemos fijarnos para seguir una alimentación saludable?
Algunos de los aspectos clave a tener en cuenta al comprar alimentos para seguir una alimentación más saludable son los siguientes:
Calorías. Para no superar excesivamente las calorías que consumimos a diario.
Azúcar. Es recomendable evitar alimentos con muchos azúcares añadidos. Si en la lista de ingredientes aparece el azúcar o sus sinónimos (miel, sirope, dextrosa...) significa que este se ha añadido; es decir, no es el azúcar natural que puede formar parte de algunos ingredientes.
Ingredientes de unos bombones, cuyo primer ingrediente es el azúcar. Grasas, especialmente las grasas saturadas y las grasas trans, que contribuyen al aumento de los niveles de colesterol, incrementando el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Las grasas saturadas están presentes en alimentos como la mantequilla, la carne, los embutidos, la leche entera y en aceites como el de palma o coco. Las grasas trans se encuentran en productos ultraprocesados como pizzas, tartas y dulces comerciales, aperitivos de bolsa o comidas preparadas.
Sal. El exceso de sal en la dieta favorece la hipertensión arterial.
Número y tipo de ingredientes. Por regla general, los productos más saludables suelen contener ingredientes naturales y menor cantidad de ingredientes en su composición; como regla general, cuántos menos ingredientes tiene un producto más sano es.
¡Increíble el número de ingredientes de este bizcocho de chocolate! Orden y proporción en la que aparecen los ingredientes. Por ejemplo, si queremos evitar algún alérgeno o reducir el consumo de azúcar o de grasas saturadas, conviene consultar el orden y la cantidad de esos ingredientes en la etiqueta.
